jueves, 24 de enero de 2008

Las dietas

Existe más de una web, que tiene a disposición de sus usuarios/as más de mil dietas distintas.

Hoy en día confluyen infinidad de conocimientos, creencias, supersticiones, etc en el mundo de las dietas "mágicas" y sus seguidores/as.

El mayor problema está en los chicos/as adolescentes y preadolescentes en edad escolar.

Podemos aprovechar la escuela para desmitificar y desvalorar la creencia en las "dietas mágicas".

Cada vez crece más el número de bulimias y anorexias. El cultivo al cuerpo, que la sociedad actual está viviendo, crea en los jóvenes confusión y esperanzas irreales sobre dietas que con toda probabilidad, mermarán su salud presente y futura.

Existen recursos en los que apoyarse en el aula para trabajar este tema, pero sobre todo debemos unirnos a los servicios sociales y médicos del municipio a trabajar. La formación se hace necesaria, sobre todo en adolescente.

Enfermedades de trasmición sexual.

Cuando se habla de salud. La mayoría de las personas pensamos en la salud física, sobre todo hoy en día en la salud alimentaria. Este es un tema de conversación diario en cualquier reunión.

Sin embargo, la enfermedades de trasmisión sexual, ETS, parecen no tener la importancia debida.

Es más importante "estar a dieta" que seguir simples normas de protección sexual que evitarían grandes complicaciones de salud.

La escuela es un lugar ideal para tratar este tema. Existen alguna veces reticencia por parte de los padres, madres, pero casi siempre es por desconocimiento o miedo. Sin embargo cuando se les habla a los p/madres de las consecuencias de las enfermedades que podrían contraer sus hijos/as, suele desaparecer la negatividad sobre este tema en el aula.

El alcohol en edad escolar.

Hay algunos estudios que confirman el avance del consumo de alcohol en edades cada vez más cortas.

Las costumbres españolas, y de otros países hispanos, son muy holgadas en cuanto al consumo de alcohol.

Existe un desinformación sobre la adicción de este producto. La mayoría de padres tienen mayor preocupación por el consumo de drogas que por el consumo de alcohol, ya que por razones sociales, éste no se considera una droga, cuando en realidad crea una adicción física y sicológica muy grande.

El aula es un lugar ideal para tratar este tema. y aún más ideal si se trata conjuntamente con la familia. No debemos desaprovecar la oportunidad de informar a la familia en su conjunto sobre los perjuicios y beneficios reales del consumo del alcohol.

En mi centro trabajamos la papa.

He visto una experiencia muy positiva, fresca y educativa en un centro escolar.

En el centro el tema a trabajar es " La Papa".

Se conecta la papa con todas las asignaturas y con el comedor escolar.

La papa, es el tema de las lecturas en lengua, los trabajos en conocimientos del medio, las operaciones matemáticas, . . . en fin, ese día la papa es el centro de atención.

El Comedor escolar no queda al margen, ya que ese día la comida usa como ingrediente principal, La Papa.

Este tubérculo sirve de conexión para casi toda la comunidad educativa. Es una idea muy interesante.

El queso en el aula.

En un colegio del norte de la isla, se lleva al aula el proceso de fabricación del queso.

Este proceso se explica físicamente, o sea, asiste al aula una persona que hace un queso para el alumnado.

Las posibilidades de este taller son muy grandes. No sólo el alumnado tiene la experiencia directa, sino que luego trabajan sobre la importancia de la leche a nivel nutricional, económico y social.

La familia también debe participar ya que los alumnos/as deben trabajar con sus padres un tema relacionado con la leche o el queso (historias, cuentos, redacciones . . . )

El día de la fruta compartida

Ha llegado a mis oídos un proyecto que están realizando diversos centros educativos en relación a la salud.

El que más me ha llamado la atención es "el día de la fruta compartida".

Los niños/as del centro en los curso de primero, segundo y tercero de primaria, deben traer, un día determinado a la semana, una fruta.

El maestro explica las cualidades de X fruta y la importancia de su consumo cada día.

Como existen frutas diferentes, el maestros las trocea para que todos los niños/as puedan probar de cada futa.

Lo más interesante de este proyecto es las posibilidades de expansión que tiene hacia los demás cursos de niveles inferiores y superiores. Y la enseñanza de la necesidad del consumo de fruta diaria.

Talleres de salud

En la actualidad el problema sanitario más importante a nivel mundial es la obesidad. Se podría hablar de pandemia. La obesidad infantil ha crecido tanto en los últimos años que ya los gobiernos de diferentes estado están tomando medidas preventivas.

En los centros educativos podemos realizar diversos talleres enfocados a mejorar la alimentación diaria.

Para una mayor efectividad no podemos dar la espalda a la familia. La línea a seguir debe ser la creación de talleres en los que participen los P/Madres de los alumnos para que la familia esté implicada en aprender correctos hábitos alimentarios.

Deben ser talleres que escapen del "ir a clase de nuevo". Deben ser entretenidos, amenos y, sobre todo, participativos.

Aunque podríamos utilizar lugares que no tengan nada que ver con la educación (asociaciones, plaza, ayuntamientos...), la escuela es un lugar ideal por la variedad de medios didácticos alternativos de los que dispone.

Escuela y nutrición

Los centros escolares son un lugar privilegiado para trasmitir hábitos alimentarios que afectarán al futuro de la población.

Existen diversas iniciativas en muchas provincias y países. en las siguientes línesa expongo una serie de link a programas educativos, recursos, artículos sobre Educación para la Salud y vinculados a este tema.

http://portal.unesco.org/

http://www.pulevasalud.com/

http://www.xtec.es/~imarias/

Programas de Ed. para la Salud, Ayto. de Murcia

http://www.alezeia.org/

http://www.jano.es/jano/ctl_servlet?_f=11&iditem=1333&idtabla=1

http://www.adeps.org/

¿Se puede aprender salud?

Normalmente vemos la salud como algo inherente a nuestra vida. La tenemos o no la tenemos. Con mayor o con menor intensidad. Pero casi nunca partimos de la idea que la salud, siempre, es mejorable con nuestras actitudes hacia nuestro cuerpo.

La salud es un conjunto de estados de bienestar, físico, mental, social, laboral, sexual . . . Este estado puede mejorar educando en salud.

Es evidente que la edad más importante para inculcar conocimientos que mejoren nuestra salud integral es la edad infantil. Durante ella podemos inculcar hábitos sociales, alimentarios, físicos, sexuales, etc. que mejoren el futuro de nuestra vida en el campo del bienestar físico y mental.

Desgraciadamente, esto es algo etéreo en la educación. depende mucho del enseñante ya que la salud se trasmite con todos nuestros movimientos, actitudes y conversaciones; pero nuestro sistema educativo está más empeñado en trasmitir conocimientos analizables a corto tiempo que aquellos que son más difíciles de evaluar porque sus resultados sólo son visibles a largo plazo.

No todo es negativo. En la actualidad se han desarrollado muchos programas educativos sobre la salud. Si bien su mayoría están en la línea de la salud física y sobre la mental hay muy poco donde elegir.

Todo aquel que trabaje con niños/as, debe tener en cuenta que puede y debe trasmitir, ya que es es un acto de responsabilidad, salud. Aunque está sea "medible" diez años después.

¿Por qué engordamos?

En la actualidad, la sociedad actual, la privilegiada, tiene a su alcance un sinfín de alimentos durante las 24h del día.

En nuestros inicios sobre la tierra como seres humanos, la comida no era tan abundante. Existían periodos de escasez de alimentos y otros en los que apenas se conseguían.

Nuestro cuerpo se especializó. Aprendió a almacenar la energía en forma de células grasas. Éstas se llenan de lípidos cuando hay gran cantidad de alimentos y cuando éstos escaseaban, entonces nuestro cuerpo transformaba el contenido de éstas células grasas en una forma de alimentar a nuestro organismo.

Este sistema de alimentación se convirtió en un mecanismo , esencial, de supervivencia. Nuestro organismo lo desarrollo tanto que en la actualidad es el único sistema de nuestro cuerpo que tiene una capacidad casi infinita de crecimiento.

Las células adiposas de nuestro cuerpo, siguen estando programadas para llenarse de lípidos con la más mínima parte de nutrientes que estén de más en nuestro interior. La diferencia que existe entre nuestro orígenes y la actualidad es que ante la existencia de una enormidad de fuentes nutritivas energéticas nuestras células no paran de almacenar grasas y sobre todo, nuevas células ya que las que existen no tienen capacidad para almacenar los sobrantes y así se forma un círculo sin fin, que crea la obesidad.

La Obesidad - Sus causas

Las dietas tradicionales han sido reemplazadas rápidamente por otras con una mayor densidad energética, lo que significa más grasa, principalmente de origen animal, y más azúcar añadido en los alimentos, unido a una disminución de la ingesta de carbohidratos complejos y de fibra. Estos cambios alimentarios se combinan con cambios de conductas que suponen una reducción de la actividad física en el trabajo y durante el tiempo de ocio.

El resultado final es un balance de energía crónicamente positivo, que se va acumulando, año tras año, en forma de grasa.

El aumento rápido y manifiesto de la prevalencia de sobrepeso y obesidad experimentado en las dos o tres últimas décadas no puede ser atribuido a causas genéticas. Aunque los factores hereditarios son importantes, el genoma humano no ha cambiado en tan poco espacio de tiempo. De ahí que los factores ambientales o del entorno jueguen un papel primordial en el desarrollo de esta epidemia mundial de obesidad, creando el llamado “ambiente obesogénico”, caracterizado por la abundancia de alimentos y el sedentarismo.

Con frecuencia el acto de comer adquiere un valor y un sentido de gratificación emocional independiente de nuestras necesidades calóricas. Asociamos, de forma subliminal, comer y beber con estados anímicos positivos y, por eso, cuando no nos sentimos bien lo compensamos comiendo o bebiendo, aunque no tengamos apetito y en contra de nuestro raciocinio y nuestra salud. También la comida es utilizada por los padres para premiar a sus hijos.

Una alimentación y nutrición adecuadas son importantes en todas las etapas de la vida, pero particularmente durante la infancia. La dieta de los niños y adolescentes españoles se caracteriza por un exceso de carnes, embutidos, lácteos y alimentos con alta densidad energética, como productos de bollería y bebidas carbonatadas (ricos en grasas y azúcares refinados, respectivamente) y por un déficit en la ingesta de frutas, verduras y cereales.

Los hábitos dietéticos de la población infantil y juvenil española se encuentran en una situación intermedia entre un patrón típicamente mediterráneo y el de los países anglosajones. Estos hábitos se inician a los tres o cuatro años y se establecen a partir de los once, con una tendencia a consolidarse a lo largo de toda la vida. La infancia es, por ello, un periodo crucial para actuar sobre la conducta alimentaria, ya que las costumbres adquiridas en esta etapa van a ser determinantes del estado de salud del futuro adulto.

Otra de las causas de la obesidad es la inactividad física. En la población infantil y juvenil estos fenómenos se agudizan. El número de horas que los niños y adolescentes dedican a jugar con los ordenadores y videojuegos ha aumentado de forma espectacular. El ocio, en la infancia, cada vez se hace más sedentario.

Los datos actuales muestran que los niños españoles pasan una media de 2 horas y 30 minutos al día viendo televisión y media hora adicional jugando con videojuegos o conectados a internet.

El conocimiento profundo de las causas mencionadas y de sus múltiples y complejas interrelaciones resulta esencial para cambiar los hábitos de la población y modificar los determinantes de la obesidad. Una combinación de actividad física regular, variedad de alimentos en la dieta e interacción social amplia constituye, probablemente, el abordaje adecuado para hacer frente al problema al que nos enfrentamos, con el resultado de una mayor longevidad y un envejecimiento sano de la población.

¿Por qué es importante un buen desayuno?

Una buena provisión de energía al finalizar el ayuno nocturno condiciona el logro de una mayor capacidad de atención y rendimiento intelectual, además del desempeño en tareas físicas, particularmente en el caso de los niños y los estudiantes.

En febrero del 2005 se publicó un artículo en la prestigiosa revista médica American Journal of Clinical Nutrition, que refuerza la idea común de no omitir el desayuno. Esta publicación hace clara referencia a la importancia de esta primera comida matutina sobre la sensibilidad del organismo a la acción de la insulina y sobre el nivel de lípidos en sangre.

Los resultados de esta investigación, llevada a cabo en mujeres delgadas y no diabéticas, puede tener implicaciones aun mayores en personas con obesidad (portadoras de un cierto grado de resistencia a la insulina) y/o diabéticas.

Resulta interesante analizar los hallazgos del grupo de investigadores de Nottingham en el Reino Unido que estudiaron si el consumo o no del desayuno influía sobre el ingreso y el gasto energético, y los niveles de lípidos, glucosa e insulina circulantes en mujeres sanas.

En la investigación tomaron parte 10 mujeres sin sobrepeso que participaron en una prueba que consistió en 14 días, en consumir un desayuno diario, y luego de otras 2 semanas, transcurrir 14 días omitiendo esta primera comida diaria. En el período que incluía desayunos, las participantes consumieron cereales para desayuno con leche entera antes de las 8 a.m. y galletitas recubiertas con
chocolate como lunch entre las 10:30 y las 11 a.m.

En el período sin desayuno, las mujeres que participaron en el estudio consumieron las galletitas entre las 10:30 y las 11 a.m. y el cereal con leche entera entre las 12 y las 13:30 p.m. Durante el resto del día, en ambos periodos de estudio, se consumian otras 4 comidas a intervalos regulares registrando las ingestas completas durante 3 de los días de cada periodo. Al finalizar cada período de 14 días se efectuaron análisis de glucemia, lípidos e insulina en ayunas y luego de la comida de prueba.

El resultado de esta investigación demostró que la ingesta de energía fue significativamente menor durante el período en el que se llevó a cabo el desayuno mientras que le gasto energético fue similar; de esta forma se registró en un saldo calórico más beneficioso en el caso de las mujeres que desayunaron. Asimismo, tanto las concentraciones de colesterol total, colesterol "malo" (c-LDL), como de insulina, fueron mayores durante el período en el cual se omitió el desayuno.

Analizados en conjunto, estos hallazgos sí pueden ser aplicados a personas con sobrepeso, obesidad o Diabetes tipo 2, y podrían indicar que la supresión del desayuno, prática que cada vez se vuelve más frecuente en nuestra sociedad y desafortunadamente también entre nuestro niños, puede conducir a un incremento de peso y a una alteración en los niveles de colesterol y de glucemia.

Por este motivo, si a la importancia del desayuno sobre el rendimiento físico e intelectual le sumamos las ventajas respecto al funcionamiento metabólico, vemos a todas luces la importancia de no perder la sana costumbre de desayunar diariamente, aunque ello signifique de debamo acostarnos más temprano para levantarnos un poco antes.

El Desayuno en la infancia

En diversos estudios, Encuesta Nacional de Salud o Estudio EnKid, estiman que el 6,2% de la población infantil y juvenil española no desayuna habitualmente y que existe una relación clara entre este mal hábito alimenticio y la obesidad.

En el estudio EnKid, de 2001, se observa que tiene mayor importancia a partir de los 14 años, con un pico máximo a los 18, y ocurre en el 9,8% de los varones y en el 7,8% de las mujeres, siendo además más frecuente en estratos económicos bajos.

En los mismos se puede comprobar que el 59,5% de los niños dedica al desayuno menos de 10 minutos, lo que se asocia a una baja calidad nutricional.

La Encuesta Nacional de Salud demuestra que sólo el 7,5% de los niños ingieren un desayuno equilibrado y que el 19,3% sólo toma un vaso de leche y el 56% sólo lo acompaña de algún hidrato de carbono.

Estos estudios demuestran una clara relación entre el desayuno incorrecto y el aumento de la obesidad infantil, de ahí la importancia de imbuir buenos hábitos nutricionales ,en general, y en particular sobre el desayuno en edad infantil.